Últimamente se habla mucho sobre racismo, xenofobia, y muchos tipos de discriminación.
Culturalmente y socialmente las etiquetas son interpuestas por sus miembros y colectivos para darnos un sentido de pertenencia y de distanciamiento entre los que no son iguales.
Desgraciadamente estamos no se está combatiendo contra esos miedos, contra esa discriminación, es más las políticas de igualdad muchas veces, se aplican de forma que decir lo que se siente y piensa lleva a la desaprobación para bien y para mal.
Ello crea una venda tras la cual el racismo para haber sido combatido, los prejuicios solventados.
A riesgo de ser tachados de incultos, ignorantes o intoletante...estamos evitando hablar y sacar nuestros prejuicios, nuestros miedos, nuestros juicios sobre los demás que provocan que aumente la ira, la rabia y autoafirmen la conducta discriminatoria que encima se vuelve invisible e indetectable a los ojos de las politicas sociales y de igualdad.
No debemos olvidar que somos humanos, que todos pecamos, que todos estamos en riesgo de ser escluidos, que la "normalidad" no existe como tal ya que todos somos diferentes e igual de preciados.
De ahí nace la hipocresía, mientras por ejemplo se piensa en como se odia a un colectivo o persona en concreto y hago lo posible por mantenerla fuera del entorno, a menudo nos llenamos la boca con palabras amables hacia los demás.
Mi consejo es ser sincero con lo que sientes, y si tú y no la sociedad piensas que está mal, que si ese prejuicio, esa fobia a otros, te genera dolor y malestar, serás tú quien de verdad tenga fuerza de voluntad para cambiar y no el miedo para ser desaprobado socialmente.
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